El ex presidente de la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires brindó una charla abierta en el aula A de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. En la charla presenciada por cientos de alumnos, el magistrado explicó que los jueces existen “porque siempre existieron conflictos y se quisieron superar”. También les aclaró a los estudiantes de Derecho que una condición fundamental para ejercer la profesión es “ser imparcial”.
El ex presidente de la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires Héctor Negri disertó ayer en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, encuentro convocado por UniTE. El momento que vive el juez a la hora de dictar una sentencia fue el eje central del debate.
La jornada comenzó con una lluvia de aplausos. Quienes se acercaron al aula A para presenciar la alocución del juez Negri celebraron su presencia y se mostraron muy interesados en la charla. “Nunca me recibieron tan lindo”, bromeó el magistrado.
“¿Por qué existen los jueces? Porque siempre existieron conflictos y se los quisieron superar”. Este fue el comienzo de su disertación. De plano, distendió el ambiente y comenzó a explicar cómo nace la profesión que tanto le gusta ejercer. “El juez necesita del conflicto y viceversa, porque ambos se necesitan mutuamente. Por ejemplo, un profesor no puede dar clases si no hay alumnos o un padre no puede serlo sin su hijo”, explicó.
En esa sintonía, advirtió a los estudiantes de Derechos que deben tener una característica para ejercer la profesión. “(El juez) tiene que ser imparcial, fundamentalmente, porque si se parcializara, el conflicto sigue creciendo y empeorando. La parcialidad es el suicido del juez”, consideró Negri ante un aula colmada.
En otro tramo de la charla, señaló que “la actuación de un juez ante y durante un caso tienen que ser de la siguiente manera: primero, ser independiente de las partes. Segundo, ser independiente del poder político, económico, gremial, de todos, para evitar la tentación a algunas cosas, que en el poder son sumamente altas. Y tercero, ser independiente de sus pasiones”. “El juez, muchas veces pierde amigos porque piden cosas que no deben y, esas cosas a lo largo del tiempo, nos vamos quedando en soledad. Por eso mismo, un juez tiene que tener los ojos bien abiertos, pero cerrados a las tentaciones que puedan atentar contra la parcialidad”, completó.
Ya metido en el debate acerca del momento de dictar sentencia, Negri aclaró que siempre se debe escuchar a las dos partes y hacer un relato propio de lo sucedido. “El juez no puede equivocarse y ese es mi miedo. No hay forma de no equivocarse a veces, pese a que uno con la experiencia de todos estos años ya se da cuenta si un testigo miente por alguna mirada, cuando les tiembla la voz, entre otras cosas. Un error de un juez es una catástrofe”, observó.
Fuente: Inforegión
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